Conoce la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Texcoco ~ Mira tu México

jueves, 2 de junio de 2016

Conoce la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Texcoco

REPORTAJE. La zona cuenta con dos procesos para limpiar las aguas negras provenientes de la CDMX y su área metropolitana, mediante Lagunas Facultativas y Lodos Activados.

Durante un recorrido por la zona federal de Texcoco, la bióloga Emma Cortés explicó que, a mediados del siglo XX, la zona de Texcoco tenía un suelo que en temporada de lluvias se convertía en charcos, particularmente de aguas negras provenientes del sur de la Ciudad de México.

De tal manera que fue necesario construir una gran infraestructura de canales y un sistema de bombeo que sacara todo lo que se desaguara ahí, y así, llevar una parte del agua al estado de Hidalgo y otra parte limpiarla en una planta de tratamiento. "A partir de aquí, ya hablamos del Proyecto Lago de Texcoco”, precisó la bióloga.

Detalló que el Proyecto Lago de Texcoco surge para promover la sustentabilidad ambiental, cuyos objetivos son:

Disminuir y controlar las tolvaneras que se generaban en la zona.
Controlar, regular y desalojar las aguas residuales, evitando inundaciones.
Tratar las aguas residuales para su reuso.
Propiciar la recarga natural de los acuíferos, mediante escurrimientos pluviales y vegetación.
Conservar  la biodiversidad.
Promover  la cultura del agua.
Servicios ambientales.

SU CONSTRUCCIÓN Y MANTENIMIENTO

De acuerdo con el subgerente de Infraestructura Hidráulica y Sistemas de Tratamiento Proyecto Lago de Texcoco, Sergio Enríquez Zapata, el problema grave por los años 40, 50 y 60 era “la disposición de agua residual sin tratamiento, y el otro, que en época de estiaje toda el agua se evaporaba, dejaba todos los contaminantes sobre el suelo árido de esta zona, y con los vientos que soplan normalmente en esta área se levantaban tolvaneras y acarreaban toda esa contaminación hacia el área metropolitana”.

Ello, “producía enfermedades oculares, gastrointestinales y poca visibilidad incluso para el aeropuerto [...] Ante esta problemática ocasionado por la desecación del lago de Texcoco, se resolvió desarrollar el Proyecto Lago de Texcoco, que resolvía: la contaminación por las aguas residuales y por otro lado, la falta de humedad y de vegetación para evitar las tolvaneras”.

En 1965, el gobierno federal aprobó la construcción de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Texcoco, como parte del Proyecto Lago de Texcoco, con la finalidad de inhibir los efectos nocivos contra la salud de la población asentada en la zona metropolitana originada por las tolvaneras de la zona federal de Texcoco.

Una vez aprobada la construcción de la PTAR de Texcoco en 1965, los trabajos iniciaron en 1971, cuya tecnología usada: bombas, tuberías y otros materiales fueron de origen mexicano, a excepción de los equipos de aireación que fueron traídos del extranjero en esa época, detalló el Jefe de Departamento de Operación y Mantenimiento de la planta de tratamiento, Ricardo Vega.

Cabe detallar que su construcción en la zona federal se llevó a cabo en una sola etapa que involucró la construcción de la Planta de Lagunas Facultativas, así como la Planta de Lodos Activados; y cuya inversión se contempló adquirirla en un lapso de 20 años.

“Los costos de operación frente al beneficio que produce una planta de tratamiento, no lo hemos calculado como una relación costo-beneficio; pero normalmente la depuración del agua para evitar contaminación se refleja en lo que se ahorra, para que la gente no se enferme, porque si una persona se enferma deja de trabajar y producir, y eso es un impacto enorme en la economía y en todo”, precisó el ingeniero Sergio Enríquez.

En cuanto a su mantenimiento, comentó que es necesario aplicar recursos a fin de garantizar su óptimo funcionamiento, y para ello, anualmente se hace un presupuesto tomando en consideración que se deben reemplazar algunas piezas de bombas y motores o que se tienen que pintar las estructuras y hacer otro tipo de reparaciones.

Por tal motivo, el presupuesto es variable, en función de cómo varíen los precios de las refacciones, de los consumibles, gasolinas, grasas, entre otros, monto que “puede andar en alrededor de  15 millones de pesos anuales”, opinó Enríquez Zapata.

Otro aspecto es que la Norma Mexicana bajo la cual se rige la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de la zona federal de Texcoco, la NOM-001-ECOL, “determina la cantidad de contaminantes que se permiten dentro del agua que se va a verter sobre cauces o sobre el suelo donde se vaya a disponer”, aseveró el subgerente de Infraestructura Hidráulica y Sistemas de Tratamiento, Sergio Enríquez Zapata.

DOS PROCESOS PARA TRATAR LAS AGUAS RESIDUALES

El ingeniero Sergio Enríquez informó que en la zona se cuenta con dos tipos de procesos para tratar las aguas residuales: La Planta de Tratamiento de Lagunas Facultativas y la Planta de Tratamiento por Lodos Activados.

La primera tiene capacidad para que entren 500 litros por segundo, requiere de una extensión de 64 hectáreas y su proceso no es costoso en cuanto a consumo de energía, operación y otros insumos, además de utilizar un proceso llamado facultativo, debido a que tiene tres tipos de bacterias.

En tanto, la planta de Lodos Activados solo requiere de cinco hectáreas y tiene la capacidad de producir mil litros por segundo; su proceso es a base de unas bacterias que sí utilizan totalmente el oxígeno para la depuración del agua, por lo que requieren el uso de aireadores, motores de gran potencia y por tanto, un mayor consumo de energía eléctrica.

PLANTA DE TRATAMIENTO DE LAGUNAS FACULTATIVAS

Para llevar a cabo el tratamiento de aguas residuales, el jefe de departamento de Operación y Mantenimiento de la Planta de Tratamiento, Ricardo Vega, explicó que cuando el agua del Río de la Compañía entra por una compuerta (localizada en la zona federal de Texcoco), automáticamente se convierten en el Dren del Valle de México.

Esta primera etapa conocida como Pretratamiento, consiste en detener todos los sólidos grandes y finos que traen las aguas negras, a través de diversas secciones de filtros o rejillas, mientras que el material que llega a escapar es retirado por los operadores.
  


Posteriormente, el agua pasa a la Planta de Tratamiento de Lagunas Facultativas, a través de una tubería de 36 pulgadas que la dirige al canal Parshall, hecho a base de concreto reforzado, de aproximadamente cien metros de largo, con metro y medio de profundidad; el cual sirve para medir el caudal del agua.


Una vez en el canal Parshall, el agua es dividida a cuatro lagunas primarias de uno 50 metros de profundidad, donde permanecerá durante nueve días.

Ricardo Vega explicó que esta planta tiene como característica principal que el proceso se lleva a cabo de manera natural aprovechando “la gran incidencia solar y los fuertes vientos de la zona”, de tal manera que “todo funciona por flujo pistón”, es decir, una gota de agua va empujando a todas las demás, en cada una de las lagunas.

  


Durante estos nueve días los rayos solares penetran aproximadamente 30 o 40 centímetros de profundidad. “En la zona superior del estrato se va a hacer la fotosíntesis por medio de las algas, las cuales, van a producir oxígeno y el oxígeno va a ser consumido por organismos aerobios. Toda la materia orgánica putrescible va a ser transformada en materia orgánica viva”.

Por otra parte, al no penetrar la luz solar en el fondo, “los microorganismos anaerobios van a biodegradar esta materia orgánica y se va a ir estabilizando”; mientras que en la zona media, van a vivir unos microorganismos capaces de estar con y sin oxígeno, conocidos como facultativos, “de ahí el nombre de Lagunas Facultativas”, detalló el ingeniero.

A los nueves días, el agua se va a recolectar y va a pasar por una laguna secundaria, contigua a las cuatro lagunas, donde tardará 14 días. Durante este tiempo el agua ya solo contará con materia orgánica viva y algas, mientras que los patógenos que aún posee, serán eliminados mediante la luz ultravioleta que traen los rayos solares.

Finalmente, después de estos 23 días, el agua es conducida al lago Nabor Carrillo, localizado a un kilómetro de distancia, por medio de bombas y tuberías.

PLANTA DE TRATAMIENTO POR LODOS ACTIVADOS

Para llevar a cabo el proceso de tratamiento por Lodos Activados, el ingeniero Ricardo Vega detalló que el agua se trae desde el Pretratamiento, después se conduce a un tanque, el cual es un sedimentador primario, donde el agua permanecerá hora y media.

Durante este tiempo se van a ir los sólidos más pesados al fondo y se van a ir recolectando por medio de una rasta, para después retirarlos. Posteriormente, el agua se conducirá a otro depósito donde se mezclará con el lodo activado (microorganismos), por cuatro horas y media.

Una vez en este sistema, se brindan las condiciones para que se desarrollen los microorganismos aerobios y biodegraden la materia orgánica, ello, a través de aireadores superficiales mecánicos, que constan de un motor de 75 HP, un reductor, el impulsor o la propela y los flotadores. Estos equipos de aireación se encargarán de mover la masa de agua constantemente, para transferirle oxígeno.


Posteriormente, los microorganismos que se empiezan a formar, al biodegradar la materia orgánica, forman flóculos, los cuales se van juntando y se trasladan a otro depósito, de ahí parten hacia otros tanques, donde el agua entra por el centro, sale a la periferia y tarda dos horas y media, para volver a pasar al sistema de aireación y repetir el proceso. No obstante, debido a que sigue aumentando el número de microorganismos, cada determinado tiempo se saca del sistema el exceso de lodo activado.

Finalmente, el ingeniero explicó que esta agua tratada generada por las dos plantas puede ser usada para fines de riego en la zona federal, para los pastizales, para reforestar e incluso para el mantenimiento de los rellenos sanitarios.

Fuente: Mira tu México