Dile sí a los cultivos urbanos ~ Mira tu México

lunes, 30 de mayo de 2016

Dile sí a los cultivos urbanos

ENTREVISTA.  Verticalizmo es una alternativa para las personas que viven en las ciudades, porque pueden hacerse cargo de sus propios desechos y convertirlos en composta, explicó Fausto Arrellín.

Dile sí a los cultivos urbanos
Si vives en una zona urbana y no cuentas con mucho espacio para sembrar, existe una manera en la que no sólo podrás cultivar en las paredes de un lugar pequeño sino también aprovechar la basura que generas para producir tierra nutritiva.

Se trata del Verticalizmo, una técnica de cultivos orgánicos dirigidos a las ciudades, cuyo proyecto fue desarrollado por Fausto Arrellín a raíz de su postura ecológica: La basura no existe, sólo es materia fuera de su lugar.

“Las personas se aburrieron de tener que separar la basura, porque cuando la recibían los encargados de camiones recolectores, la mezclaban al final y no tenía caso”. Por ello, la mejor alternativa es que cada persona se haga responsable de sus propios desechos y los transformen en algo útil, consideró.

Respecto a cómo se consolidó su idea, explicó que luego de realizar un recorrido para conocer el programa enfocado a convertir las azoteas de la Ciudad de México en áreas verdes, notó que las plantas utilizadas, las cuales se dan en zonas desérticas, tenían la virtud de almacenar agua y por eso no requerían tanto líquido.

Sin embargo, el problema que poseen las azoteas verdes es que no se pueden usar plantas que tengan raíces profundas, porque: Uno, la raíz puede reventar el techo; y dos, resulta imposible para la economía de las personas de la ciudad, pues implica un alto costo, detalló Fausto Arrellín.

Por ejemplo, para una azotea verde con Naturación Directa se necesita de un impermeabilizante contra raíces, una membrana geotextil y una capa de sustrato; mientras que para una Naturación Indirecta se requiere la plantación de macetas y un impermeabilizante estándar.

Ante ello, surgió su opción de cultivos urbanos para “utilizar mejor el espacio, ahorrar agua y dejar de estar lesionando el bosque que tenemos alrededor de la ciudad […] Me puse la meta de poder hacer algo que no tuviera que sembrar en el techo-piso. Yo no siembro en el piso, no uso macetas, lo que uso son bolsas”, comentó.

De tal manera que el Verticalizmo es un desarrollo ecológico, flexible y sustentable para la ciudad que permite: un auténtico reciclaje de la basura, la producción de tierra nueva, el cultivo de vegetales alimenticios, medicinales o de ornato; el ahorro de agua, la optimización del espacio en que se vive, así como la práctica de una actividad terapéutica y productiva que eleva la autoestima y calidad de vida, destacó Arrellín.

En tanto, para obtener su patente detalló que durante el proceso revisó un disco que contenía cinco millones de patentes en el mundo, cuya actividad estaba relacionada con la composta para el campo, pero no hubo alguno que sirviera para una zona urbana, lo que le permitió obtener la aprobación de su opción sustentable de cultivos urbanos.

¿EN QUÉ CONSISTE ESTA TÉCNICA?

El fundador del Verticalizmo explicó que en una primera etapa, este modelo le enseña a las personas a realizar un verdadero reciclaje de basura en casa, para evitar que por lo menos un 30% de las cosas que se echan a la basura se las lleve el camión recolector, y sean utilizadas para la obtención de vegetales orgánicos sin que les cueste.

Para ello, esta técnica divide los desechos de las casas en tres grandes grupos:

  1. Desechos orgánicos: Residuos vegetales, hojas secas, restos de comida.
  2. Desechos inorgánicos inertes: PET, envases tetrapack, la mayoría de los plásticos.
  3. Otros desechos peligrosos: Pilas, residuos médicos, metales.

Además, dentro de esta separación de basura se debe tener un control de la humedad, debido a que “la humedad es la fuente de lo que se va a convertir en basura”, comentó Fausto Arrellín.

Por ejemplo, un desecho inerte como el cartón, si se humedece se convierte en un virus u hongo y ese hongo cuando espora puede atacar los pulmones o infectar la comida. “Todo ese tipo de materiales hay que aprender a tenerlo secos”, refirió.

En tanto, las bolsas de plástico se deben enjuagar y dejar secar completamente, debido a que este material formará parte del cultivo orgánico. Posteriormente, se les debe hacer un nudo y apartarlas.

Con respecto a las cáscaras, restos de comida, bolsitas de café, Fausto Arrellín comentó que a través de un proceso se convierten en nutriente para las plantas y futuros huertos, los cuales, se deben mantener en un depósito específico que el capacitador-verticalizta enseña a hacer para que se descompongan de manera controlada, conocido como composta.

En esta técnica existen cuatro tipos de composta:

  1. Composta pasiva o seca.
  2. Composta activa.
  3. Composta líquida.
  4. Lombricomposta.

“Cuando las personas escuchan esto, dicen: ´ah es composta´, pero en Verticalizmo la composta es la décima parte de todo un proceso de cultivos urbanos”, afirmó Arrellín.

La combinación adecuada de los materiales que se desechan en casa brinda la posibilidad de crear tierra fértil, tierra que se produce bajo la supervisión del capacitador-verticalizta, quien constatará que no contenga elementos nocivos para la salud, porque “nosotros no vamos a usar tierra”, aclaró.

“Se piensa que la tierra de hoja es muy buena, pero trae mucho bicho, no se tiene un control y en esta tierra que se hace se tiene un control”. Además, al traer tierra de los bosques se mata a los árboles porque les quitan su nutriente, y una vez en la ciudad, “lo venden en un bolsa, la gente lo compra y lo meten en un depósito que tiene un agujero abajo.

“La maceta es un embudo de desperdicio y la gente no lo sabe”, toman la tierra, la aplanan y cada vez que le echan agua arrastran los nutrientes, y cuando a la planta le faltan nutrientes compran químicos, se los ponen o le vuelven a echar tierra de hoja. Lo que están haciendo es aprisionarla hasta que se convierte en una piedra y el vegetal se muere.

Por tal motivo, subrayó que él no siembra macetas sino en bolsas y puede sembrar en la pared, de ahí el nombre Verticalizmo, porque “tiene la gracia que en un espacio de metro y medio cuadrado vas a sembrar  lo que necesitarías en nueve metros si lo hicieras en el piso”.

Con la bolsa verticalizta, la cual posee orificios laterales, el vegetal toma agua, aire y se nutre con el sustrato sin necesidad de químicos. Tierra que tiene garantía de 500 años.

Por otra parte, Fausto Arrellín explicó que el cuidado del agua es esencial en la técnica del Verticalizmo, en la que se enseña a enjuagar bien para no desperdiciar y esa agua del enjuague usarla para regar las plantas.

De hecho, en un módulo se pueden meter 90 plantas con bolsas usando el sistema de goteo o al mezclar el hidrogel con el sustrato verticalizta. “Aprender a proteger el sembradío ayuda a que la evaporación sea menor y de esta manera, se necesitará regar sólo dos veces por semana con medio vaso de agua y con agua reciclada”.

De igual manera, las personas aprenden a hacer un té de lombriz para nutrir las plantas y evitar plagas; aprenden a hacer una selección natural para que con un tratamiento de los desechos orgánicos extraigan las semillas de resistencia que son las que servirán para sembrar.

Destacó que el compostero verticalizta fue pensado y diseñado para la ciudad, debido a que es más conveniente ofrecer alternativas para evitar que los desechos lleguen a los tiraderos y ahorrar agua con métodos sencillos y productivos, agregó Fausto Arrellín.

Fuente: Mira tu México