A partir de este desecho orgánico, estudiantes elaboraron un alimento con alto valor nutrimental, menor aporte calórico y consistencia superior a los productos populares.
A nivel mundial, la cáscara de sandía ha sido utilizada para composta e incluso dulces, y ahora, alumnos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), desarrollaron el cereal Sandi Flakes, a partir de este desecho orgánico, el cual posee un agradable sabor, alto valor nutrimental y consistencia superior a los productos populares.
Al respecto, Lizbeth Estefanía López Sámano, Mónica Pamela González Camacho y Fernando Embriz Gutiérrez, estudiantes del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS), Unidad Milpa Alta, explicaron que este cereal natural contiene efectos antioxidantes, además de que una porción de 25 gramos aporta tan sólo 34.6 kilocalorías, comparado con los cereales comerciales que contienen hasta 100 kilocalorías.
En este contexto, detallaron que durante su investigación encontraron que la cáscara de sandía tiene un compuesto denominado citrulina, que al ser ingerida las enzimas del organismo la convierten en arginina, un aminoácido esencial para el buen funcionamiento del corazón y de los sistemas circulatorio e inmune.
Incluso, debido a que el proceso de transformación de citrulina a arginina, requiere de una gran cantidad de amoniaco, contribuye a equilibrar el matabolismo de las personas que producen este gas de manera excesiva.
Adicionalmente, destacaron que “el óxido nítrico que produce la arginina aumenta el flujo sanguíneo y la energía en todo el organismo, así como la flexibilidad de todo el cuerpo, por lo que también el consumo de Sandi Flakes se relacionaría con una adecuada función eréctil”.
Respecto al otro ingrediente del cereal, el profesor Carlos Augusto López Bartolo dijo que el cacao contiene anandamida, un neurotransmisor que actúa como regulador del humor de manera natural, además de ser antioxidante y digestivo.
Los creadores de este cereal también compartieron su proceso de elaboración que consiste en limpiar las cáscaras de sandía para conservar sólo la sección de color verde, la cual es deshidratada y triturada hasta obtener un polvo fino (tipo harina) que al mezclarla con cacao, azúcar y agua, se crea una masa que les permite hacer las hojuelas que después hornean.
Fuente: IPN
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