A través de esta figura se protege el Cacao Grijalva de Tabasco, el Café de Veracruz, el Chile Habanero de Yucatán, el Arroz de Morelos, entre otros, elaborados m
Debido a que la propiedad industrial, a nivel mundial, ha adquirido mayor importancia en los últimos 30 años, México desarrolló un sistema que incluye diversas figuras para proteger la innovación y la creatividad en el país, como la Denominación de Origen, con la que se reconoce un producto característico de la región, y cuya elaboración es a partir de métodos tradicionales, vinculados a las costumbres de zonas geográficas, además de poseer valor histórico y cultural.
Actualmente, México cuenta con 15 denominaciones de origen protegidas por la Ley de la Propiedad Industrial (muchas de ellas también reconocidas por diferentes instrumentos internacionales), de las cuales, el Tequila fue acreedora a la primera denominación de origen en 1974, y la más reciente se otorgó al Cacao Grijalva.
En el caso de la cocina mexicana, poseen la Denominación: el Arroz del Estado de Morelos, el Cacao Grijalva de Tabasco, el Café Veracruz, el Café Chiapas, el Chile Habanero de la Península de Yucatán, el Mango Ataúlfo del Soconusco Chiapas y la Vainilla de Papantla; todos estos alimentos e ingredientes con sabores tradicionales extraídos de diversas regiones y microclimas del país.
En bebidas tradicionales de sabor y olor únicos, y que son producto de los cultivos de las diferentes regiones del país, forman parte: Bacanora, Charanda, Mezcal, Sotol y Tequila; respecto a los productos elaborados a mano por artesanos de México, poseen el nombramiento: la Talavera y el Olinalá; así como el Ámbar de Chiapas, cuyas propiedades son utilizadas plenamente por los artesanos.
Al respecto, el director general del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, Miguel Ángel Margán, explicó que la calidad de estos productos se debe a los factores naturales: clima, suelo, minerales, agua, y al factor humano que conoce las formas de elaboración; de ahí que el nombre del producto coincida regularmente con el de la región donde se desarrolla.
Asimismo, la denominación promueve la formación y conservación de los recursos locales, la creación de tecnologías viales para la producción sustentable, respalda el trabajo del artesano y le ofrece mayores beneficios económicos en la comercialización, evita la competencia desleal en el mercado y ofrece seguridad al comprador, refirió.
Cabe destacar que este año se presentó el libro Denominaciones de origen, orgullo de México, el cual plasma los orígenes de un producto, así como la relevancia económica que tienen para las comunidades que las producen, y los métodos artesanales que les dieron inicio; que junto con el clima y el suelo de cada región desarrollan productos únicos en sabor, textura y color.
Fuente: SE / IMPI
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